Las noticias sobre la navegación en el Ebro nos narran que éste era navegable desde el Mediterraneo hasta las cercanías de la actual ciudad de Logroño.
En las excavaciones recientes en el entorno de la Plaza de San Bruno se descubrieron los almacenes de un importante Puerto Fluvial de época romana.
Con la construcción en el siglo XVIII del Canal Imperial de Aragón, además del riesgo, se pretende impulsar la navegación y el transporte. Por el Canal bajaron durante muchos años barcazas con todo tipo de mercancías. Incluso llegó a existir una línea regular de viajeros entre Tudela y Zaragoza.
Uno de los últimos acontecimientos que el Ebro vio bajar en este siglo fueron las navatas o almadías, conducidas por los navateros o almadieros. Consistían en una serie de troncos entrelazados entre sí con un remo a cada extremo, y era así como bajaban la madera obtenida en los bosques de la cuenca alta. Las más famosas fueron las que bajaron por el Cinca, por el Segre y las que descendían del navarro Roncal.
    
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